Epigrafía

La Piedra de Rosetta en el Museo Británico
Inscripción copta de alrededor del siglo III d. C.
Plomo de Ullastret (s IV a. C.)
El estudioso Helmer Gustavson, reputado miembro del Consejo Nacional de Patrimonio de Suecia, repintando la Piedra de Rök.

La epigrafía (del idioma griego επιγραφή: escrito sobre) es una ciencia autónoma y a la vez auxiliar de la Historia, cuyo objetivo principal es el estudio completo de inscripciones, en su estructura, soporte, materia, su forma, su contenido escrito, pero también la función que desempeña tal evidencia.[1]

La finalidad de la Epigrafía abarca no solo el desciframiento, lectura e interpretación de las inscripciones, con el fin de obtener la mayor cantidad posible de información de las mismas, sino también el estudio de los materiales y soportes (piedra, metal, madera, hueso, cerámica, entre otros) sobre los que se ha escrito, y cómo se ha escrito, así como la finalidad, la función para la cual se concibió y se destinó tal elemento.

Según las convenciones internacionales (especialmente para la Unesco), la existencia de epigrafía propia es el marcador que indica el paso de una cultura de prehistórica a histórica, especialmente cuando entre sus inscripciones cuenta con anales y crónicas.

La Epigrafía se relaciona de forma directa con ciencias como la Historia Antigua, la Arqueología, la Filología y la Paleografía y, complementariamente, con otras como la Numismática, la Historia de las Religiones o el Derecho Romano. Aunque también estudia las leyendas presentes en las monedas, el estudio especializado de las inscripciones que aparecen sobre estas es propio de la numismática.

Historia de la epigrafía

El primer material escrito que se documenta con seguridad es el signario cuneiforme, dentro de la cultura sumeria, hacia 3.800 a. C.

La epigrafía se especializa según su época histórica y también según la cultura que la produce, aunque históricamente las más desarrolladas son la cuneiforme, la egipcia, la griega y la romana.

Inscripciones de la cultura Jiroft.
La inscripción dedicatoria alto medieval de Prüfening, compuesta en latín y estampada en mayúsculas cuadradas romanas.

La epigrafía es una ciencia en constante desarrollo desde el siglo XVI. Los principios de la epigrafía varían de una cultura a otra, y la ciencia incipiente en manos europeas se concentró al principio en las inscripciones latinas. Han realizado aportaciones individuales epigrafistas como Georg Fabricius (1516-1571); Stefano Antonio Morcelli (1737-1822); Luigi Gaetano Marini (1742-1815); August Wilhelm Zumpt (1815-1877); Theodor Mommsen (1817-1903); Emil Hübner (1834-1901); Franz Cumont (1868-1947); Louis Robert (1904-1985).

El Corpus Inscriptionum Latinarum, iniciado por Mommsen y otros eruditos, se publica en Berlín desde 1863, con interrupciones en tiempos de guerra. Es la mayor y más extensa colección de inscripciones latinas. Se siguen produciendo nuevos fascículos a medida que continúa la recuperación de inscripciones. El Corpus está ordenado geográficamente: todas las inscripciones de Roma están contenidas en el volumen 6. Este volumen contiene el mayor número de inscripciones; el volumen 6, parte 8, fascículo 3 acaba de publicarse recientemente (2000). Los especialistas dependen de estas series continuas de volúmenes en los que se publican las inscripciones recién descubiertas, a menudo en latín, no muy distintas del Zoological Record de los biólogos: la materia prima de la historia.

La epigrafía griega se ha desarrollado en manos de un equipo diferente, con corpora diferentes. Hay dos. El primero es Corpus Inscriptionum Graecarum, del que salieron cuatro volúmenes, de nuevo en Berlín, 1825-1877. Fue el primer intento de publicación exhaustiva de inscripciones griegas copiadas de todo el mundo de habla griega. Sólo los estudiantes avanzados siguen consultándolo, ya que ha sido sustituido por mejores ediciones de los textos. El segundo corpus, moderno, es Inscriptiones Graecae ordenado geográficamente por categorías: decretos, catálogos, títulos honoríficos, inscripciones funerarias, varias, todas presentadas en latín, para preservar la neutralidad internacional del campo de los clásicos.

Otras series de este tipo son el Corpus Inscriptionum Etruscarum (inscripciones etruscas), el Corpus Inscriptionum Crucesignatorum Terrae Sanctae (inscripciones de los cruzados) y el Corpus Inscriptionum Insularum Celticarum (inscripciones de los cruzados). (inscripciones de los cruzados), Corpus Inscriptionum Insularum Celticarum (inscripciones celtas). (inscripciones celtas), Corpus Inscriptionum Iranicarum (inscripciones iraníes) (inscripciones iraníes), "Royal Inscriptions of Mesopotamia" y "Royal Inscriptions of the Neo-Assyrian Period" (inscripciones sumerias y acadias), etc.

Los jeroglíficos egipcios se resolvieron utilizando la Piedra de Rosetta, que era una estela multilingüe en griego clásico, egipcio demótico y jeroglíficos egipcios clásicos. El trabajo fue realizado por el erudito francés Jean-François Champollion y el científico británico Thomas Young.

La interpretación de los jeroglíficos mayas se perdió como consecuencia de la conquista española de América Central. Sin embargo, trabajos recientes de epigrafistas y lingüistas mayas han aportado una considerable cantidad de información sobre este complejo sistema de escritura.[2]

Tipos de inscripciones

Puede dividirse en secciones diferentes en virtud del contenido u objeto de las inscripciones. Hay siete grupos o tipos principales, a partir sobre todo de la sistematización hecha para la epigrafía romana:

  1. Inscripciones religiosas, que se ofrecen y dedican a las divinidades o dioses; cuando son el resultado de alguna promesa se denominan votivas.
  2. Jurídicas o legales, que contienen leyes, edictos, decretos o epístolas oficiales.
  3. Públicas o monumentales que se graban en construcciones de carácter público y oficial, por ejemplo edificios, arcos de triunfo, puentes, templos, etc. expresando con frecuencia sus autores o el motivo y fecha de su construcción.
  4. Históricas: generalmente conmemoran hechos importantes, como los fastos.
  5. Honoríficas, dedicadas a honrar la memoria de un personaje distinguido.
  6. Funerarias o sepulcrales, son epitafios que recuerdan la muerte y señalan el lugar de entierro de alguien.
  7. Menores, llamadas en general instrumenta domestica: sobre objetos de uso común, como los hechos de cerámica, vidrio, marfil, etc.; pueden ser mecánicas o estampilladas (como los sellos sobre las ánforas o la vajilla de mesa) o espontáneas (esgrafiados, letreros pintados, etc.).[3]

Materiales empleados

Epigrafía romana

Desde la toba volcánica que era preferentemente empleada en las inscripciones más antiguas (hasta el 121 a. C.) dado que se utilizaba más bien la caliza para las inscripciones. Cuando se pasó a la técnica de la incisión, se hizo necesario un soporte más fuerte y liso como el travertino y luego el mármol de Carrara.

Está documentada la existencia de talleres de lápidas y escultores en Roma, Pompeya y Ostia pues se han encontrado obras a medio hacer, preparadas para ser «personalizadas» al momento del encargo. Lo mismo se diga para inscripciones preparadas sin datos de manera que fueran completados tras la compra.

Dos empleos:

  • El grabador, quien con el hacha o el cincel realizaba la incisión del texto.
  • El quadratarius que se encargaba de preparar las marcas del llamado campo epigráfico: los márgenes y el espacio que debían emplear las letras o entre líneas.

El efecto de claroscuro propio de algunos epígrafes antiguos se produce por la punta triangular del cincel.

Hay también indicaciones de la coloración que se introducía sobre todo en aquellas incisiones menos profundas. Normalmente rojo aunque también oro o azul. Sin embargo, resulta difícil su estudio debido a que por la naturaleza misma del pigmento empleado se ha perdido. Tenemos el testimonio de este uso incluso en fuentes del tiempo como Plinio el Viejo.[4]

Estilos de corte

Las primeras inscripciones, que a menudo son obra de aficionados, suelen ser muy irregulares en su corte. Pero en casi todos los ejemplos de obras posteriores, las inscripciones son evidentemente cortadas por profesionales, y hay estilos y métodos definidos que pertenecen a diversos lugares y periodos. En Egipto, por ejemplo, los jeroglíficos se recortan con cuidado y delicadeza en los primeros tiempos, y en épocas posteriores se vuelven más descuidados y convencionales. En Grecia, el mejor trabajo se realizó en los siglos V y IV a. C. en Atenas; las letras eran todas exactas y regulares en su forma, sin adornos adventicios, y estaban, especialmente en el siglo V, por lo general exactamente alineadas con las letras superiores e inferiores, así como con las de cada lado. En aquella época, todos los trazos tenían el mismo grosor, pero en el siglo IV a. C. y posteriormente se introdujo la costumbre de sujetar el cincel oblicuamente a la superficie, produciendo así un trazo en forma de cuña. Una costumbre similar en Mesopotamia dio lugar al llamado sistema cuneiforme. En las inscripciones metálicas de Grecia, este mismo efecto aparece antes que en las de piedra o mármol. En el siglo III y posteriores se hace común introducir apices o terminaciones ornamentales a los trazos, costumbre que prevalece hasta nuestros días en nuestras mayúsculas ordinarias. La costumbre de hacer diferentes trazos y diferentes partes de curvas de grosor variable se hizo común en las Inscripciones romanas, que desarrollaron un estilo monumental propio, que variaba de un periodo a otro. A menudo, las inscripciones pueden datarse de forma aproximada tanto por el estilo del corte como por las formas de las letras; la habilidad para hacerlo sólo puede adquirirse mediante un estudio cuidadoso y minucioso de originales y facsímiles.

El tamaño de las inscripciones varía mucho en función de la posición en la que iban a ser leídas, de su finalidad y de la habilidad del grabador. Algunas inscripciones son de gran longitud, la más larga, un estado de cuentas del templo de Delos, bajo administración ateniense, es casi la mitad de larga que un libro de Tucídides; y muchas otras inscripciones se acercan a esta longitud.

La epigrafía en España

España es un lugar especialmente rico en inscripciones celtibéricas, ibéricas, griegas, romanas, visigodas y árabes. Destacaron en su estudio, durante el siglo XIX, Juan Catalina, Aureliano Fernández-Guerra, Fidel Fita, José Amador de los Ríos, Eduardo Saavedra y el gran compilador alemán Emil Hübner,[5]​ autor del Corpus Inscriptionum Latinarum (1869-1892), entre otras obras. En el siglo XX, entre los ya fallecidos, Manuel Gómez-Moreno, Antonio García y Bellido o Joaquín María de Navascués en el siglo XX entre toda la región de la ciudad de EE.UU todas las regiones que significa estados unidos

Inscripciones notables

Referencias

  1. Velázquez Soriano, María Isabel. «¿Qué es la Epigrafía?». En Universidad Complutense de Madrid, ed. http://webs.ucm.es/info/archiepi/aevh/feo3.html. Archivado desde el original el 18 de enero de 2019. Consultado el 17 de enero de 2019. 
  2. Michael D. Coe (1992). Descifrando el código maya. Londres: Thames & Hudson. ISBN 0-500-05061-9. OCLC 26605966. (requiere registro). 
  3. Elementos de Arqueología y Bellas Artes para uso de universidades y seminarios, de 1904, de Francisco Naval y Ayerbe.
  4. Cf. Naturalis historia 33, 133.
  5. Emil Hübner - Pioneros de la Arqueología en España. El proceso hacia la arqueología científica 1833-1912

Bibliografía

  • Chiara Lambert, Pagine di Pietra. Manuale di epigrafia latino-campana tardoantica e medievale, CUES, Salerno 2004, p. 29-33

Enlaces externos

  • ¿Qué es la Epigrafía? Archivado el 18 de enero de 2019 en Wayback Machine.
  • Reedición moderna del Corpus Inscriptionum Latinarum Archivado el 17 de diciembre de 2017 en Wayback Machine.
  • Hispania Epigraphica On Line (HEpOL)
  • Anticuarios y epigrafistas españoles de los siglos XVI-XVIII Archivado el 22 de noviembre de 2009 en Wayback Machine.
  • Anticuarios y epigrafistas españoles del siglo XIX en adelante Archivado el 30 de octubre de 2009 en Wayback Machine.
  • Epigrafía ibérica
  • Recursos del Grupo CHIRON
  • «EAGLE: Europeana Network of Ancient Greek and Latin Epigraphy» (en inglés). EAGLE project. Consultado el 20 de mayo de 2016. 
  • Bodel, John (1997–2009). «U.S. Epigraphy Project» (en inglés). Brown University. Archivado desde el original el 7 de abril de 2010. Consultado el 22 de noviembre de 2009. 
  • Centre d'études épigraphiques et numismatiques de la faculté de Philosophie de l'Université de Beograd. «Inscriptions de la Mésie Supérieure» (en francés). Archivado desde el original el 25 de julio de 2009. Consultado el 22 de noviembre de 2009. 
  • «Centre for the Study of Ancient Documents». Oxford: Oxford University. 1995–2009. Consultado el 22 de noviembre de 2009. 
  • Clauss, Manfred. «Epigraphik-Datenbank Clauss-Slaby (EDCS)» (en de, it, es, en, fr). Archivado desde el original el 25 de agosto de 2011. Consultado el 15 de agosto de 2011. 
  • «EAGLE: Electronic Archive of Greek and Latin Epigraphy» (en italiano). Federazione Internazionale di Banche dati Epigrafiche presso il Centro Linceo Interdisciplinare "Beniamino Segre" – Roma. Consultado el 22 de noviembre de 2009. 
    • «Epigraphische Datenbank Heidelberg (EDH)». 1986–2012. Consultado el 23 de agosto de 2012. 
    • International Federation of Epigraphic Databases. «Epigraphic Database Roma (EDR)» (en italiano). Association Internationale d'Épigraphie Grecque et Latine – AIEGL. Consultado el 22 de noviembre de 2009. 
    • International Federation of Epigraphic Databases. «Epigraphic Database Bari: Documenti epigrafici romani di committenza cristiana – Secoli III – VIII» (en italiano). Association Internationale d'Épigraphie Grecque et Latine – AIEGL. Consultado el 22 de noviembre de 2009. 
    • «Hispania Epigraphica Online (HEpOl)» (en es, en). Consultado el 14 de agosto de 2011. 
  • Greek Epigraphy Project, Cornell University; Epigraphical Center; Ohio State University (2009). «Searchable Greek Inscriptions» (en inglés). Packard Humanities Institute. Archivado desde el original el 10 de diciembre de 2009. Consultado el 22 de noviembre de 2009. 
  • The Institute for Ancient History (1993–2009). «Epigraphic database for ancient Asia Minor». Universität Hamburg. Consultado el 22 de noviembre de 2009. 
  • Reynolds, Joyce; Roueché, Charlotte; Bodard, Gabriel (2007). Inscriptions of Aphrodisias (IAph2007). London: King's College. ISBN 978-1-897747-19-3. 
  • «The American Society for Greek and Latin Epigraphy (ASGLE)». Case Western Reserve University. Archivado desde el original el 30 de marzo de 2010. Consultado el 22 de noviembre de 2009. 
  • «Ubi Erat Lupa» (en alemán). Universität Salzburg. Consultado el 22 de noviembre de 2009. 
  • Poinikastas: Epigraphic Sources For Early Greek Writing, Oxford University
  • Current Epigraphy
  • The Epigraphic Society Professor Barry Fell (Harvard University), Professor Norman Totten, Bentley College, Epigraphic Society Occasional Papers (ESOP)
  • Signs of Life Exhibición Virtual (en inglés).
  • Edwin Whitfield Fay. «Inscriptions». wikisource. 


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