Cripta Imperial de Viena

Cripta Imperial de Viena
Localización
País Austria
Ubicación Viena
Coordenadas 48°12′20″N 16°22′11″E / 48.205555555556, 16.369722222222
Información general
Parte de Monasterio de los Capuchinos de Viena
Construcción 1633
http://www.kapuzinergruft.com
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Iglesia de los Capuchinos en Neuen Markt.

La Cripta Imperial de Viena o Cripta de los Capuchinos (en alemán: Kaisergruft o Kapuzinergruft) fue desde 1633 el principal lugar de sepultura para los Habsburgo austríacos, es decir, para los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico de la casa de Habsburgo y sus descendientes. La Cripta Imperial se encuentra en la ciudad austríaca de Viena, bajo la Iglesia de los Capuchinos (Iglesia de Santa María de los Ángeles), situada en la plaza del Neuen Markt, cerca del Palacio Imperial de Hofburg.

La cripta contiene 142 cuerpos de miembros de la realeza y la aristocracia más algunas urnas que contienen los corazones o los restos incinerados de otros cuatro. Entre ellos se cuentan 12 emperadores y 18 emperatrices. La sepultura más reciente es de 2011.

Historia

La emperatriz Ana del Tirol (1585-1618), esposa de emperador Matías I, concibió la idea de un claustro monástico y una cripta que sirviesen para su enterramiento y el de su marido, en las cercanías del Palacio Imperial de Hofburg, en Viena. Con la intención de que fuese utilizada para este fin, la emperatriz hizo una donación económica en su testamento de 10 de noviembre de 1617, muriendo justo un año más tarde. Su esposo falleció un año después.

La emperatriz Ana del Tirol, fundadora de la Cripta de los Capuchinos, en una miniatura de Alessandro Abondio.

La primera piedra fue puesta el 8 de septiembre de 1622 en presencia del emperador Fernando II. Después de un lento progreso causado por las distracciones de la Guerra de los Treinta Años, la iglesia fue consagrada el 25 de julio de 1632. En la Pascua del siguiente año, los sarcófagos con los restos del emperador Matías y la emperatriz Ana fueron trasladados con gran pompa a la que ahora recibe el nombre de Bóveda del Fundador.

El emperador Leopoldo I amplió la cripta en 1657 en el área situada bajo la nave de la iglesia, y su hijo, el emperador José I, hizo una nueva ampliación hacia el oeste en 1710, comenzando la bóveda que su hermano, el emperador Carlos VI, continuó hacia el oeste en 1720 y que se extiende bajo el coro. Por primera vez intervino un destacado arquitecto, Johann Lukas von Hildebrandt, en una ampliación de la cripta.

En 1754, la emperatriz María Teresa agrandó otra vez la cripta hacia el oeste, más allá de la propia iglesia, en el jardín del monasterio con una adición abovedada que admite la luz natural. La imponente cúpula y la cripta son obra del arquitecto Jean Jadot de Ville-Issey.

Durante el reinado de Francisco I, el arquitecto Johann Aman hizo una nueva adición al norte en 1824.

El monasterio que rodea la iglesia se encontraba en mal estado tras 200 años de servicio, y durante el reinado del emperador Fernando I, en 1840, el monasterio (pero no la iglesia) fue derribado y reconstruido. Como parte de aquel proyecto, el arquitecto Johann Höhne construyó la Bóveda Fernandina y la Bóveda Toscana en el sótano de la nueva estructura.

Como parte de las celebraciones por sus 60 años en el trono, el emperador Francisco José I encargó en 1908 al arquitecto Cajo Perisic construir otra cámara de mausoleos y una capilla al este de la de Francisco I y de la Bóveda Fernandina.

Hacia 1960 era obvio que el deterioro de las tumbas se debía al ambiente caluroso y húmedo de la cripta, por lo cual se tomaron medidas para remediarlo y poder así conservar los sarcófagos para las futuras generaciones. El arquitecto Karl Schwanzer construyó la llamada Bóveda Nueva (al norte de Toscana, la Bóveda Fernandina y la de Francisco José) con puertas metálicas, obra del escultor Rudolf Hoflehner. Esta obra añadió aproximadamente un 20% de espacio a la cripta, utilizado para una redistribución masiva de las tumbas en las bóvedas.

La pequeña bóveda original albergaba, junto a las tumbas de los dos fundadores, otra en la que se encontraba una docena de niños con el nombre de Bóveda de los Ángeles. Aquellas tumbas fueron trasladadas a unos nichos recién construidos en la pared delantera de la Bóveda Leopoldina.

Tumbas seleccionadas de otras varias bóvedas fueron trasladadas a la Bóveda Nueva y agrupadas por temas: obispos, antepasados directos del último emperador y familia inmediata del archiduque Carlos de Austria-Teschen, vencedor de Aspern. Otras treinta y siete tumbas, de algunos menores y miembros menores de la familia, fueron distribuidas en nichos creados en la Bóveda Fernandina. Así, la mitad aproximadamente de todas las tumbas fueron trasladadas de las bóvedas originales a sitios más ordenados como parte de aquella gran reorganización.

En 2003 otro proyecto hizo la cripta accesible a las personas con discapacidad, y abrió puertas antes no usadas, de modo que la ruta del visitante fuera más fácil. La cripta entera fue también dotada de aire acondicionado para prevenir el deterioro de las tumbas.

Los sarcófagos

Detalle del sarcófago del emperador Carlos VI.

Las tumbas son por lo general variaciones de una caja mortuoria con tapa. La ornamentación suele ser muy sencilla.

Hasta los años 1700, el material más común para los sarcófagos era una aleación parecida al bronce, cubierta de laca. Las espléndidas tumbas de la época barroca y rococó son de bronce verdadero, material mucho más caro. El reformista emperador José II decretó una simplificación de las tumbas, empleándose cobre, de mayor ligereza y más barato, en la Cripta Imperial. En los años posteriores fue adoptada una mezcla de cobre y bronce, así como plata.

Solo un sarcófago, el del emperador Francisco José I, está hecho en piedra en vez de en metal.

Se han usado varias técnicas de trabajo en metal: talla, fundido, grabado y martillado para decoración superficial. Las cubiertas son remachadas, mientras que los ornamentos y figuras decorativas aparecen atornilladas.

El escultor responsable de las tumbas más complicadas fue Balthasar Ferdinand Moll.

Para garantizar la estabilidad de las tumbas más aparatosas, éstas tienen refuerzos de hierro y madera. Esto evita hundimientos y abombamiento de las paredes laterales por el peso de la cubierta.

Dentro del sarcófago externo, los cuerpos se encuentran en ataúdes de madera envueltos en seda. El ataúd por lo general tiene dos cerraduras; una llave es custodiada por el guarda capuchino de la cripta, mientras que la otra está guardada en la Schatzkammer del Palacio Imperial de Hofburg.

Dentro del ataúd, el cuerpo se encuentra, por lo general, con los órganos extirpados como parte necesaria del proceso de embalsamamiento para su exhibición antes del entierro. En un tercio aproximadamente de los cuerpos, el corazón fue colocado en una urna de plata y enviado, por lo general, al Herzgruft en la iglesia de los Agustinos, y en algunos casos los intestinos y otros órganos fueron puestos en urnas de cobre y depositados en la Cripta de los Duques, en la Catedral de San Esteban de Viena (Stephansdom).

Conservación de las tumbas

La humedad constante, las variaciones en la temperatura y la afluencia de visitantes causaron, a lo largo de los siglos, un gran deterioro a los sarcófagos, dando lugar a agujeros provocados por la corrosión y las grietas. Las capas de las superficies horizontales se habían desconchado, muchos elementos decorativos habían sido rotos o robados por visitantes, el metal había absorbido demasiada humedad y se hinchó, y las pesadas cubiertas habían hecho que algunos flancos se doblaran.

El primer esfuerzo de restauración fue emprendido en 1852, pero no fue hasta 1956 cuando nació la Gesellschaft zur Rettung der Kapuzinergruft (Asociación para salvar la Cripta de los Capuchinos) para informar al público del problema y conservar y restaurar las tumbas.

Lo primero fue crear el espacio adicional y deshumidificar la cripta. Después de terminada la Bóveda Nueva en 1960 y la transferencia de 26 tumbas a la Bóveda Toscana, se pudieron iniciar los trabajos de deshumidificación. También se creó un taller al final de la Bóveda Toscana, donde expertos artesanos podrían trabajar sobre tumbas seleccionadas, trasladadas allí temporalmente para su restauración.

En 2003 la nueva presentación de las instalaciones hizo la cripta accesible a los discapacitados. El recorrido también fue modificado para que los visitantes puedan ver las tumbas según la secuencia histórica.

Bóvedas de la Cripta Imperial

Las Bóvedas de la Cripta Imperial son varias cámaras en las que se encuentran enterrados la mayor parte de los miembros de la rama vienesa de los Habsburgo, los emperadores hereditarios del Sacro Imperio y sus respectivas familias, desde 1632.

Es una serie interconectada de diez cuartos subterráneos construidos a lo largo de la historia para cubrir las necesidades de espacio.

Los 103 sarcófagos metálicos visibles y las 5 urnas con el corazón de algunos miembros se extienden desde la simpleza de los primeros enterramientos hasta el rococó exuberante.

Los cuerpos de 142 personas reales y aristócratas, más las urnas que contienen los corazones o los restos incinerados de otros cuatro, incluyen a 12 emperadores y 18 emperatrices. La sepultura más reciente es de 2011.

En 1960, con varias bóvedas atestadas, se realizó un proyecto de reforma que comenzó con la construcción de un columbario para niños y de la Nueva Bóveda. Al mismo tiempo muchos cuerpos fueron trasladados a aquellas nuevas áreas, otros fueron trasladados a la Bóveda Toscana y a la Bóveda Fernandina.

Bóveda de los fundadores

La Gründergruft es la parte más antigua de la Kaisergruft. Se encuentra bajo la Capilla del Emperador, en el lateral izquierdo de la nave de la iglesia. El espacio es bajo, simple y sin ventanas, y visible por las puertas barrocas de la Bóveda Leopoldina. Aquí se encuentran los dos simples sarcófagos de la pareja fundadora.

Mirando por la puerta, de izquierda a derecha:

  • El emperador Matías I (1557-1619), tercer hijo del emperador Maximiliano II. Fue gobernante de Austria desde 1593, rey de Hungría desde 1608 y de Bohemia desde 1611, por la incapacidad mental de su hermano, asumiendo el título imperial a la muerte de este en 1612. Construyó el pabellón de caza original que dio origen al Palacio de Schönbrunn. Murió solo tres meses después de su esposa, la emperatriz Ana. Enterrado inicialmente en el Convento de la Reina en Viena, tras la inauguración de la cripta en 1633, fue transferido aquí. Su corazón está enterrado en el Herzgruft de la iglesia de los Agustinos.
  • Ana del Tirol, emperatriz (1585-1618), hija de Fernando II de Austria. Dejó reservado en su testamento de 1617 un espacio para ella y su marido en la cripta de la Iglesia los Capuchinos que debía ser construida en Viena. Enterrada inicialmente en el Convento de la Reina en Viena, tras la inauguración de la cripta en 1633, fue transferida aquí. Su corazón está enterrado en el Herzgruft en la iglesia de los Agustinos.

Bóveda leopoldina

La Leopoldsgruft fue construida bajo la nave de la iglesia. Comenzanda en 1657 por el emperador Leopoldo I, 37 años después del edicto de su padre, el emperador Fernando III en el que dictaba que el lugar para el enterramiento de la familia imperial estaría en esta iglesia. Teniendo en cuenta que Leopoldo contribuyó con sus tres mujeres y 16 de sus hijos, más él, a incrementar notablemente la población de la cripta, era inevitable que pronto fueran necesarias otras bóvedas.

Columbario

A la izquierda de las puertas de la Bóveda de los Fundadores, en la gruesa pared este de la iglesia, se encuentran los sarcófagos de 12 niños en sendos nichos aparte construidos en los años 60. Los ataúdes se hallaban anteriormente en la Bóveda de los Fundadores o en el pasillo principal de esta bóveda, pero eran de condición pobre y ahora han sido colocados en idénticas cajas. Ninguna marca o documentación identifica qué niño se encuentra en cada ataúd, pero los enterrados en estos lugares son:

Cuatro hijos del emperador Fernando III:

  • Archiduque Maximiliano Tomás (1638-1639), hijo del emperador Fernando III y su mujer, la emperatriz María Ana.
  • Archiduque Felipe Augusto (1637-1639), hijo del emperador Fernando III y su mujer, la emperatriz María Ana.
  • Archiduquesa Teresa María (1652-1653), hija del emperador Fernando III y de su tercera esposa, Leonor de Mantua.
  • Archiduque Fernando José (1657-1658), hijo del emperador Fernando III y de su tercera esposa, Leonor de Mantua. Sus entrañas están enterradas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.

Siete hijos del emperador Leopoldo I:

  • Archiduque Fernando Wenceslao (1667-1668), hijo del emperador Leopoldo I y de su primera esposa, la emperatriz Margarita Teresa. Sus entrañas están enterradas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.
  • Archiduque Juan Leopoldo (1670), hijo del emperador Leopoldo I y de su primera esposa, la emperatriz Margarita Teresa.
  • Archiduquesa María Ana (1672), hija del emperador Leopoldo I y de su primera esposa, la emperatriz Margarita Teresa. Sus entrañas están enterradas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.
  • Archiduquesa Ana María Sofía (1674), hija del emperador Leopoldo I y de su segunda esposa, Claudia Felicidad del Tirol. Sus entrañas están enterradas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.
  • Archiduquesa María Josefa (1675-1676), hija del emperador Leopoldo I y de su segunda esposa, Claudia Felicidad del Tirol. Su corazón está en una urna de oro y plata encima del sarcófago de su madre en la Iglesia de los Dominicos.
  • Archiduquesa Cristina (1679), hija del emperador Leopoldo I y de su tercera esposa, Leonor Magdalena de Palatinado-Neoburgo.
  • Archiduquesa María Margarita (1690-1691), hija del emperador Leopoldo I y de su tercera esposa, Leonor Magdalena de Palatinado-Neoburgo. Sus entrañas están enterradas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.

Nieto del emperador Fernando III:

Sala principal

En frente del Columbario:

A lo largo de la pared norte, de este a oeste:

  • Archiduquesa María Josefa (1687-1703), hija del emperador Leopoldo I. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos y sus entrañas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban..
  • Archiduquesa María Ana Josefa (1654-1689), hija del emperador Fernando III. Se casó con Juan Guillermo, Elector Palatino. Sus entrañas están enterradas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.
  • Archiduquesa Leonora María de Austria (1653-1697), Reina de Polonia y Duquesa de Lorena, hija de Fernando III. Se casó con Miguel Korybut Wiśniowiecki, rey de Polonia y tras la muerte de este con Carlos IV de Lorena convirtiéndose por esto en la abuela de los dos hermanos que se casaron con la emperatriz María Teresa I y su hermana.
  • Leonor Magdalena de Mantua-Nevers-Gonzaga, emperatriz (1630-1686), tercera mujer del emperador Fernando III. Fundadora de la Orden de la Cruz Estrellada (la Sternkreuzorden). Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos y sus entrañas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.
  • Emperatriz Margarita Teresa (1651-1673), Infanta de España, hija de Felipe IV de España y de Mariana de Austria. Conocida por salir en el cuadro Las meninas. Sobrina y primera esposa del emperador Leopoldo I a la edad de 15 años, murió poco después de dar a luz a su último hijo. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos y sus entrañas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.
  • Emperatriz María Leopoldina (1632-1649), Archiduquesa de Austria y princesa del Tirol, segunda esposa del emperador Fernando III. Casada a los 16 años, murió al año siguiente durante el parto del archiduque Carlos José.
  • María Ana de Austria (1606-1646), Emperatriz, hija de Felipe III de España y de Margarita de Austria y, por tanto, infanta de España. Fue la primera mujer del emperador Fernando III y madre de Fernando IV de Hungría, de la reina de España Mariana de Austria, mujer de Felipe IV y madre de Carlos II y de la emperatriz Margarita Teresa, y del emperador Leopoldo I. Murió poco después de su último parto.
  • Archiduquesa María Amalia (1724-1730), hija del emperador Carlos VI y de Isabel Cristina de Brunswick. Sus entrañas están enterradas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.
  • Urna con el corazón de la emperatriz Claudia Felicidad (1653-1676), segunda mujer del emperador Leopoldo I. Su cuerpo está vestido, por petición propia, con el hábito de monja dominica y enterrado al lado de su madre Ana de Medíci, en la Iglesia de los Dominicos de Viena. Su entrañas están enterradas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.

A lo largo de la pared sur, de este a oeste:

  • Archiduquesa María Teresa (1684-1696), hija del emperador Leopoldo I y de Leonor Magdalena de Palatinado-Neoburgo. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos y sus entrañas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.
  • Archiduque Leopoldo José (1682-1684), hijo del emperador Leopoldo I y de Leonor Magdalena de Palatinado-Neoburgo.
El sencillo sarcófago del emperador Fernando III.

Bóveda carolina

La primera parte de la Karlsgruft fue construida en 1710 por el emperador José I. En 1720 fue ampliada por el arquitecto Johann Lukas von Hildebrandt a las órdenes de emperador Carlos VI y abriga 8 sarcófagos:

A lo largo de la pared sur, de izquierda a derecha:

Sarcófago del emperador Carlos VI.
  • Emperador Carlos VI (1685-1740), el hijo varón más joven del emperador Leopoldo I y de Leonor Magdalena de Palatinado-Neoburgo. Tras la muerte sin descendencia de Carlos II de España, se convirtió en el pretendiente austríaco al trono hispánico frente al borbónico Felipe de Anjou con el nombre de Carlos III. El archiduque Carlos fue aclamado rey de la monarquía española el 12 de febrero de 1703 en la Corte imperial vienesa. El emperador Leopoldo I y su hijo primogénito José firmaron los actos de cesión de sus derechos a la Corona de España a favor del serenísimo archiduque. En 1705 el rey Carlos llegaba a Barcelona, iniciándose formalmente su reinado en España y desencadenando abiertamente la Guerra de Sucesión Española. Carlos permaneció en España junto a su mujer, Isabel Cristina de Brunswick, hasta 1711, cuando la repentina muerte de su hermano, el emperador José I, le obligó a regresar al Imperio para ser coronado como nuevo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Este hecho dio fin al conflicto sucesorio español y a la renuncia de Carlos al trono hispánico en favor de Felipe de Anjou a cambio de los Países Bajos Españoles, el Milanesado, Nápoles y Cerdeña (tratados de Utrecht y Rastadt). Si la guerra terminaba con las paces de Utrecht-Rastadt en 1713-1714 y con la rendición de Barcelona a las tropas borbónicas el 11 de septiembre de 1714, la paz no se firmó hasta 1725 entre los dos pretendientes a la Corona de España, Felipe V y el ahora emperador Carlos VI. Trajo a Viena la Escuela Española de Equitación y construyó el magnífico pasillo usado hoy por ella. Al carecer de herederos varones, promulgó la Pragmática Sanción para asegurar la sucesión en su hija María Teresa, hecho que posteriormente daría lugar a la Guerra de Sucesión Austríaca. Bajo su reinado, la monarquía austríaca alcanzó su máxima expansión. Murió a la edad de 55 años, después de reinar durante 29 años. Su corazón está enterrado en una urna en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos y sus entrañas se encuentran en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban. Su tumba es una de las más notables, con una calavera en cada esquina que llevan las coronas distintivas de sus principales reinos (el Imperio, Bohemia, Hungría y Austria).

A lo largo de la pared norte, de izquierda a derecha:

Sarcófago del emperador José I.

Bóveda de María Teresa

Las tres bóvedas de la Cripta Imperial albergaban 44 cuerpos más las urnas con los corazones de otras dos personas cuando la emperatriz María Teresa I mandó construir la Maria Theresien Gruft en 1754. Está en la parte trasera de la Iglesia de los Capuchinos que se encuentra en la parte superior, extendiéndose hacia el patio del monasterio y contiene las tumbas de 16 personas:

En el arco de la entrada:

  • Emperador José II (1741-1790), hijo de la emperatriz María Teresa I y del emperador Francisco de Lorena. Conocido como el "emperador del pueblo", intentó modernizar, impulsar y racionalizar el funcionamiento de la administración con un programa de reformas destinadas a construir un Estado unitario centralizado con el alemán como lengua administrativa. Se le considera uno de los representantes del despotismo ilustrado, gobernó apoyado e influido por su canciller de Estado Kaunitz. Una de sus reformas fue la prohibición de embalsamar el cuerpo de los difuntos y de realizar entierros fastuosos. Murió de tuberculosis poco antes de cumplir 49 años. De acuerdo con su edicto, su cuerpo se encuentra sin embalsamar e intacto dentro de una simple tumba de cobre. Sus dos mujeres y dos hijas están enterradas en esta bóveda.

En una pequeña cámara al lado de la tumba del emperador José II:

  • Condesa Carolina de Fuchs Mollard (1681-1754), fue institutriz de la emperatriz María Teresa I, sus hermanas y sus hijos. La inscripción de gratitud sobre la tapa del sarcófago está firmada por la emperatriz María Teresa, quien ordenó su entierro con la familia imperial (aunque no tuviera ni sangre real, ni conexión matrimonial con los Habsburgo). Murió a la edad de 73 años.

En el centro de la bóveda, de izquierda a derecha:

Doble sarcófago de la emperatriz María Teresa I y su marido, el emperador Francisco de Lorena, obra de Balthasar Ferdinand Moll.

El doble sarcófago de la emperatriz María Teresa I y su marido Francisco de Lorena, obra de Balthasar Ferdinand Moll, es probablemente el más importante, artísticamente hablando, de toda la Cripta Imperial.

En una pequeña cámara inmediatamente al sur de la tumba de José II:

A lo largo de la pared sur, los hijos de los emperadores Francisco de Lorena y María Teresa. De izquierda a derecha:

  • Archiduque Carlos José (1745-1761), segundo hijo de los emperadores Francisco I y María Teresa I. Murió de viruela poco antes de cumplir 16 años. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos.
  • Archiduquesa María Juana Gabriela (1750-1762), octava hija de los emperadores Francisco I y María Teresa I. Murió de viruela a los 12 años y tras un corto compromiso con el rey Fernando I de las Dos Sicilias. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos.
  • Archiduquesa María Josefa (1751-1767), novena hija de los emperadores Francisco I y María Teresa I. Prometida con el anterior prometido de su hermana, el rey Fernando I de las Dos Sicilias quedó disgustada por esto, murió de viruela a los 16 años.

En la curva sudoeste:

A lo largo de la pared oeste, principalmente la familia de emperador José II. De izquierda a derecha:

Al lado de la entrada a la bóveda de Francisco, sobre la pared norte:

  • Archiduquesa María Teresa de Sajonia-Teschen (16 - 17 de mayo de 1767), única hija del duque Alberto de Sajonia-Teschen y de la archiduquesa María Cristina.

Bóveda de Francisco II

En 1824 las cuatro bóvedas de la Cripta Imperial albergaban 78 cuerpos y las urnas con los corazones de otras tres personas. En aquel año, el emperador Francisco II ordenó la construcción de una nueva bóveda octogonal, la Franzensgruft, uniéndola al ala derecha de la bóveda de María Teresa. La bóveda responde al estilo Biedermeier imperante en la época, así como las cinco tumbas que se encuentran dentro de ella.

En las esquinas, en el sentido de las agujas del reloj, comenzando por la izquierda:

Hasta 1940, esta bóveda también albergaba el cuerpo de un nieto del emperador Francisco II, Francisco José Carlos Bonaparte, duque de Reichstadt, más conocido como Napoleón II, cuando Adolfo Hitler ordenó su traslado a Los Inválidos de París. No obstante, su corazón todavía se halla en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos.

Bóveda fernandina

La Ferdinandsgruft fue construida en 1842, junto con la bóveda toscana, en conjunción con la reconstrucción del monasterio de la parte superior. Aunque el visitante vea un espacio casi vacío con solo dos sarcófagos, esta bóveda contienen en realidad una cuarta parte de los cuerpos de la Cripta Imperial, situados entre las pilastras.

Sala principal

Sarcófago del emperador Fernando I de Austria.

Muro sudoeste

Nueve tumbas, sobre todo de jóvenes:

Muro sudeste

Muro noroeste

Ocho tumbas que contienen nueve cuerpos:

Muro noreste

Trece tumbas, principalmente de los miembros de la línea toscana:

Bóveda toscana

La Toscanagruft fue construida en 1842 junto con la Bóveda fernandina. En aquel tiempo había 85 cuerpos más las urnas con el corazón de otras tres personas en las cinco bóvedas de la cripta.

La Bóveda toscana contuvo muchos más cuerpos que los que actualmente alberga (14 tumbas), ya que muchos de ellos fueron trasladados a la nueva bóveda incluida entre las pilastras de la bóveda fernandina durante la reforma de 1960. La bóveda posee 5 metros de ancho y 21 metros de largo.

La bóveda toma su nombre de los descendientes del gran duque Fernando III de Toscana, hijo del también gran duque de Toscana y emperador Leopoldo II (asimismo enterrado aquí).

En el arco de la Bóveda fernandina, de izquierda a derecha:

Detrás de ellos, de izquierda a derecha:

A la derecha del arco, a lo largo de la pared norte, de izquierda a derecha:

A la izquierda del arco, a lo largo de la pared oeste, de izquierda a derecha:

Delante de ellos, a lo largo de la pared este:

Nueva bóveda

La Neue Gruft fue construida entre 1960 y 1962 bajo las tierras del monasterio de la parte superior como una ampliación de 280 metros cuadrados para eliminar el atestamiento de cuerpos en otras nueve bóvedas y proporcionar un clima controlado para proteger los sarcófagos metálicos del deterioro provocado por la humedad y el paso de los años. Sus duras paredes evocan la solemnidad de la muerte. Contiene 26 sarcófagos:

Muro oeste

A la izquierda de la entrada, a lo largo de la pared oeste de sur a norte, "la pared de los obispos":

  • Archiduque Leopoldo Guillermo (1614-1662), hijo del emperador Fernando II y de María Ana de Baviera, y hermano del emperador Fernando III. Designado para la carrera eclesiástica, fue obispo de Passau (1625), Estrasburgo (1626) y Halberstadt (1628), pero hubo de abandonarla para hacerse cargo del ejército de su hermano durante la Guerra de los Treinta Años. Nunca se casó. Combatió con éxito en Turingia, Sajonia y el Palatinado, pero tras la derrota de Breitenfeld (1642) ante los suecos de Lennart Torstenson, abandonó su cargo, aunque regresó en 1645 para expulsar a los suecos de Franconia. Fue nombrado gobernador de los Países Bajos Españoles en 1648. En 1649-1650 llevó la guerra al interior de Francia y en 1652 había restaurado la autoridad real y expulsado a los franceses de Flandes, Artois y Henao, salvo Arrás, ante la que fracasó en 1654. El archiduque es quizá más recordado por su riquísima colección pictórica, numerosas veces llevada al lienzo por David Teniers el Joven, que por su actividad político-militar. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos y sus entrañas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.
  • Archiduque Carlos José (1649-1664), hijo del emperador Fernando III y de María Leopoldina, quien murió durante el parto. Fue obispo de Olomouc y gran maestre de la Orden Teutónica a los 13 años como heredero de su tío, el archiduque Leopoldo Guillermo, de quien heredó también su colección de arte, aunque murió poco después a la edad de 15 años. Sus entrañas están enterradas en la Cripta Ducal de la Catedral de San Esteban.
  • Carlos José de Lorena (1680-1715), hijo de la archiduquesa Leonor María de Austria y del duque Carlos V de Lorena. Arzobispo de Tréveris. Era tío del emperador Francisco de Lorena, marido de la emperatriz María Teresa I. En un principio fue enterrado en la iglesia de los Minoritas, pero al año siguiente fue trasladado aquí.
  • Urna que contiene el corazón del arzobispo Carlos José de Lorena, colocada encima de su sarcófago.
  • Archiduque Maximiliano Francisco (1756-1801), el hijo más joven de los emperadores Francisco de Lorena y María Teresa I. Obispo de Colonia. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos.
  • Archiduque Rodolfo (1788-1831), el hijo más joven del emperador Leopoldo II y de la infanta María Luisa de España. Fue elegido arzobispo de Olomouc en 1819 y cardenal en el mismo año. En 1803 o 1804 comenzó a tomar lecciones de piano y composición con Beethoven. Los dos se hicieron amigos, y Rodolfo fue su patrón; sus reuniones continuaron hasta 1824. Beethoven dedicó 14 composiciones a Rodolfo, incluyendo el Trío del Archiduque y su gran Missa Solemnis. Rodolfo, a su vez, le dedicó una de sus propias composiciones. Las cartas que Beethoven escribió a Rodolfo se conservan hoy en la Gesellschaft der Musikfreunde en Viena. Murió en Baden y fue enterrado aquí, mientras que su corazón fue enterrado en la catedral de Olomouc.

Muro sur

A lo largo de la pared sur:

  • Emperatriz María Luisa (1791-1847), hija del emperador Francisco II y de su segunda esposa, María Teresa de las Dos Sicilias. Fue emperatriz de los franceses por su matrimonio con Napoleón Bonaparte, que se casó con ella en segundas nupcias. Después de la abdicación de Napoleón en abril de 1814, María Luisa y su hijo (Napoleón II) escaparon de París a Blois y luego a Viena. El Tratado de Fontainebleau del 11 de abril de 1814 le permitió conservar el título imperial con el tratamiento de "Su Majestad Imperial la Emperatriz María Luisa", además de otorgarle los ducados de Parma, Plasencia y Guastalla, con su hijo como heredero. Sin embargo, el Congreso de Viena revisó este tratado en 1815, de forma que los ducados dejaron de ser hereditarios en la persona de su hijo y únicamente pertenecerían a María Luisa hasta su muerte, con los detalles sin especificar sobre quién sería duque de Parma después de su muerte. En 1817, un tratado acordó que los ducados pasarían a un miembro de la Casa de Borbón, y en 1844 se determinó que el ducado de Guastalla sería heredado por el duque de Módena. En 1821, cuatro meses después de la muerte de Napoleón, María Luisa se casó en matrimonio morganático con su amante Adam Adalberto, conde de Neipperg (1775-1829). La pareja tuvo tres hijos. María Luisa se casó en 1834 en terceras nupcias con su gran chambelán, Carlos René, conde de Bombelles (1785-1856). Para muchos historiadores, María Luisa fue una gobernante capaz e inteligente de Parma, introduciendo varias reformas. Murió en 1847 en Parma.
  • Una placa conmemorativa "A las primeras víctimas de la guerra mundial de 1914-1918", archiduque Francisco Fernando (1863-1914), hijo del archiduque Carlos Luis y de la princesa María Anunciada de Borbón-Dos Sicilias, y su esposa, la condesa Sofía de Chotkova y Wognin (1868-1914). La pareja está enterrada en la cripta del Palacio de Artstetten.

Muro norte

A lo largo de la pared norte, de oeste a este, la primera repisa contiene la familia del archiduque Carlos de Austria-Teschen, vencedor de Aspern:

  • Archiduque Guillermo Francisco Carlos (1827-1894), hijo menor del archiduque Carlos de Austria-Teschen y de Enriqueta de Nassau-Weilburg. Fue gran maestre de la Orden Teutónica. Nunca se casó, aunque tuvo una hija ilegítima.
  • Archiduque Carlos Fernando (1818-1874), comenzó la carrera militar en el Regimiento de Infantería 57 en Brno. Más tarde recibió el mando de una brigada en Italia y luchó contra los insurrectos de Praga en 1848. En 1859 fue general en Moravia y Silesia y volvió a Brno en 1860. En 1854 Carlos Fernando se casó con la viuda de Fernando de Austria-Este (1821-1849), la archiduquesa Isabel Francisca de Austria-Este-Módena (1831-1903), con quien tuvo 6 hijos, entre ellos la María Cristina de Habsburgo-Lorena, segunda mujer de Alfonso XII de España y madre de Alfonso XIII y regente durante la minoría de edad del mismo.
  • Archiduque Carlos de Austria-Teschen (1771-1847), tercer hijo del emperador Leopoldo II y de la infanta María Luisa de España. Fue adoptado por Alberto de Sajonia-Teschen y por la archiduquesa María Cristina. Pasó su juventud en la Toscana, Viena y los Países Bajos austriacos, donde comenzó su carrera militar en las Guerras Revolucionarias Francesas. Comandó una brigada en la batalla de Jemappes, y en la campaña de 1793 tuvo una distinguida actuación durante la Acción de Aldenhoven y en la batalla de Neerwinden. En este año se convirtió en gobernador de Bélgica. Durante el resto de la guerra de los Países Bajos, tuvo a su cargo el alto mando y tomó parte en la batalla de Fleurus, en 1794. En 1795 estuvo sirviendo en el Rin, y al año siguiente se le confió la comandancia en jefe de todas las fuerzas austriacas en esa región. Su conducta durante las operaciones contra Jourdan y Moreau en 1796 elevó su reputación a la altura de los más grandes generales de Europa. En 1797 fue enviado a detener la marcha victoriosa del general Bonaparte en Italia, y condujo la retirada de las tropas austriacas con los mejores resultados. En 1806, su hermano Francisco I de Austria nombró al archiduque Carlos comandante en jefe del ejército austriaco, así como Jefe del Consejo de Guerra. Apoyado por el prestigio de ser el único general que se había demostrado capaz de derrotar a los franceses, inició una reforma a largo plazo que reemplazó los métodos obsoletos del siglo XVIII, adoptando la organización y las tácticas de los ejércitos franceses. El ejército fue sorprendido en pleno proceso de transición por la guerra de 1809, en la cual Carlos actuó como comandante en jefe. En ella demostró ser un enemigo mucho más formidable que antes y solo sucumbió contra los heterogéneos ejércitos que Napoleón dispuso contra él tras una lucha desesperada. Los éxitos iniciales fueron neutralizados por los reveses en la Batalla de Abensberg, en la Batalla de Landshut y en la Batalla de Eckmuhl, pero tras la evacuación de Viena, el archiduque venció en la Batalla de Aspern-Essling, y a continuación luchó en la Batalla de Wagram, al final de la cual los austriacos resultaron derrotados, pero no expulsados. Infligió a Napoleón unas pérdidas de unos 50.000 hombres en las dos batallas. Al final de la campaña, el archiduque puso todos sus cargos militares a disposición de la corona. Carlos pasó el resto de su vida retirado, excepto durante el corto periodo de 1815, en el que fue gobernador de Maguncia. En 1822 accedió al ducado de Sajonia-Teschen. Se casó en 1815 con la princesa Enriqueta de Nassau-Weilburg. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos.
  • Princesa Enriqueta de Nassau-Weilburg (1797-1829), archiduquesa de Austria, mujer del archiduque Carlos de Austria-Teschen. Es la única persona protestante enterrada aquí, después de que el emperador Francisco I de Austria venciese la resistencia del clero residente.
  • Urna con el corazón de la archiduquesa Enriqueta de Nassau-Weilburg.
  • Archiduque Rodolfo Francisco (1822), hijo del archiduque Carlos de Austria-Teschen y de la archiduquesa Enriqueta de Nassau-Weilburg. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos.

Sobre su propio pedestal, directamente a través de la tumba de la emperatriz María Luisa:

  • Emperador Maximiliano I de México (1832-1867), hijo del archiduque Francisco Carlos y de la princesa Sofía de Baviera, y hermano del emperador Francisco José I. El 27 de julio de 1857 contrajo matrimonio con la princesa Carlota Amalia de Bélgica, hija del rey Leopoldo I de Bélgica. Su hermano Francisco José le nombró virrey del Reino Lombardo-Véneto, trasladándose así a Milán con su mujer, lugar donde residió hasta el año de 1859, fecha en que el emperador austríaco le depuso de su puesto, ya que su hermano consideraba que tenía ideas demasiado liberales para la guerra. Al poco tiempo de la renuncia de Maximiliano, Austria perdió sus posesiones en Italia, y el archiduque decidió retirarse de la vida pública en su Castillo de Miramar, muy cerca de Trieste. En 1859 Maximiliano fue contactado por primera vez por los conservadores mexicanos, los cuales buscaban un príncipe europeo para ocupar la corona del Segundo Imperio Mexicano con el apoyo de Francia y de la iglesia católica. Maximiliano no se interesó en los planes y prefirió marcharse a una expedición botánica a los bosques tropicales de Sudamérica. A su regreso, en 1863, Napoleón III de Francia presionó a Maximiliano para que aceptara el trono y este finalmente lo hizo. Durante su gobierno, Maxilimiliano I de México trató de desarrollar económica y socialmente al país. Los liberales procuraron por todos los medios la derrota del imperio, encabezados por Benito Juárez, que gozaba del indiscutible apoyo de los Estados Unidos, que jamás vieron con buenos ojos la presencia en América de un régimen apoyado por las monarquías europeas. Al final los cambios políticos a nivel internacional repercutieron en el Imperio Mexicano. Estados Unidos, que durante la mayor parte de esta época estuvo enfrascado en su propia guerra civil, había conseguido finalmente la paz y estaba listo para apoyar al republicano Juárez. Napoleón III, por su parte, se enfrentaba a serias amenazas en Europa y requería que sus tropas regresaran al país galo. Con el apoyo económico de los estadounidenses a la facción republicana y sin el apoyo francés ni conservador en el país, poco le quedaba por hacer a Maximiliano, y desoyendo los consejos que le sugerían abdicar y regresar a Austria, fue sitiado y capturado en Querétaro. Murió fusilado en el Cerro de las Campanas de la ciudad de Querétaro el 19 de junio de 1867, junto con los generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía.

La siguiente repisa a lo largo de la pared norte, de izquierda a derecha, contiene sobre todo los restos de la familia del archiduque Alberto, hijo de Carlos de Austria-Teschen y gran comandante militar:

  • Archiduque Alberto (1817-1895), primer hijo varón del archiduque Carlos de Austria-Teschen y de Enriqueta de Nassau-Weilburg. Fue general en Austria Inferior, Austria Superior y Salzburgo en 1845 y luchó en la Revolución de 1848. De 1851 a 1860 fue gobernador de Hungría. En 1866 derrotó a los italianos en la Batalla de Custozza. Se casó con la princesa Hildegarda de Baviera, hija del rey Luis I de Baviera. Debido a su falta de hijo varón superviviente nombró heredero a su sobrino Federico, a quién lego sus propiedades y ducado.
  • Princesa Hildegarda de Baviera (1825-1864), archiduquesa de Austria, mujer del archiduque Alberto e hija del rey Luis I de Baviera. Conocida por su caridad, era apreciada por la población vienesa. Murió se pleuresia a los 39 años. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos.
  • Archiduquesa Matilde (1849-1867), hija del archiduque Alberto y de Hildegarda de Baviera. Murió víctima de un penoso accidente. Su corazón está enterrado en la Herzgruft de la iglesia de los Agustinos.
  • Archiduque Carlos Alberto (1847-1848), hijo del archiduque Alberto y de Hildegarda de Baviera.
  • Archiduque Leopoldo Salvador (1863-1931), hijo mayor del archiduque Carlos Salvador, hijo del gran duque Leopoldo II de Toscana y de María Inmaculada de Borbón-Dos Sicilias. Durante su brillante carrera militar reorganizó y modernizó la artillería austríaca, convirtiéndose en inspector general en 1908. Voló globos de aire caliente y trabajó en el desarrollo de dirigibles. Se hizo rico gracias a sus inventos, como la todo-tracción y los camiones de media pista para el ejército. Se casó con la infanta Blanca de Borbón en 1889.
  • Archiduque Rainiero Carlos (1895-1930), primer hijo del archiduque Leopoldo Salvador y de la infanta Blanca de Borbón. Murió soltero.
  • Princesa Margarita de Sajonia (1840-1858), primera esposa (1856) del archiduque Carlos Luis, hermano del emperador Francisco José I. El matrimonio aún no había tenido hijos cuando ella cayó enferma de tifus durante unas vacaciones en Monza y murió a la edad de 18 años. Su corazón está enterrado en la Hofkapelle de Innsbruck.

Muro este

A lo largo de la pared este, de norte a sur, los antepasados directos de los últimos emperadores:

Bóveda de Francisco José

En 1908 las siete bóvedas de la Cripta contenían alrededor de 129 cuerpos más las urnas con los corazones de otras 3 personas. En aquel año se construyó la llamada Franz Josephs Gruft adyacente a la Capilla como parte de las celebraciones por el 60 aniversario de la subida al trono del emperador Francisco José I.

De izquierda a derecha:

Tumba del emperador Francisco José I, flanqueada por la de su mujer, la emperatriz Isabel (Sissi) y la de su hijo Rodolfo.

Capilla de la Cripta

La Gruftkapelle se construyó, junto con la Bóveda de Francisco José en 1908. Por lo general, se accede a ella desde la puerta sur de la Bóveda de Francisco José.

Al entrar, a la derecha que se extiende desde el muro oeste:

  • Princesa Yolanda de Ligne (1923-2023), archiduquesa de Austria, esposa del archiduque Carlos Luis de Austria. Es el último entierro hasta la fecha en la cripta.
  • Archiduque Carlos Luis de Austria (1918-2007), hijo del emperador Carlos I de Austria.
  • Princesa Zita de Borbón-Parma (1892-1989), emperatriz. Esposa del emperador Carlos Ide Austria. Exiliada tras el fin del Imperio austrohúngaro, no pudo visitar Viena hasta 1982. Es sierva de Dios de la Iglesia Católica. Su corazón está junto con el de su marido en la Capilla de Loreto del Monasterio Benedictino de Muri.

Más adelante, a la derecha del altar a lo largo del muro sur:

  • Archiduque Otón de Austria (1912-2011), hijo mayor del emperador Carlos I de Austria, aspirante al trono (renunció en 1961), jefe de la casa imperial y más tarde (1979) elegido por los votantes alemanes para un escaño en el Parlamento Europeo, donde después de muchas reelecciones sirvió más tiempo que cualquier otro miembro. Su corazón está enterrado en la Abadía de Pannonhalma.

A la izquierda del altar:

  • Princesa Regina de Sajonia-Meiningen (1925-2010), archiduquesa de Austria, esposa del archiduque Otón. Su corazón está enterrado en el Veste Helburg.

A la izquierda, frente al muro este:

  • Una estatua de la Virgen, presentada por damas húngaras en 1899 como monumento a la emperatriz Isabel.

En la esquina de extrema derecha (sureste):

  • Un busto conmemorativo del beato emperador Carlos I de Austria (1887-1922), el último emperador austríaco, cuyo cuerpo se encuentra en el Santuario de Nuestra Señora del Monte (Funchal), en la isla portuguesa de Madeira.

Presencia en la literatura

El autor austríaco Joseph Roth publicó en 1938 la novela Die Kapuzinergruft (La cripta de los capuchinos).

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